lunes, 12 de julio de 2010

Convocatoria de salida del número de salida


Josefina quiere salir al mundo. Se inclina por la literatura, por la letra errante que circula entre la lectura y la escritura. No teme sino que desea los intervalos y quiere trabajar mucho en ellos, hacer lo que pueda para existir.

Josefina necesita ayuda. Necesita esos poemas, esa prosa desencadenada o emancipada, esos ensayos y experimentos, esas actualidades y esas Historias, esas ficciones y esos artificios anhelantes de verdad, esas imágenes y esos materiales, críticos y soñadores que reunir en estos inicios precisamente partiendo de El deseo de escribir. Apuesta por comenzar por el comienzo, justo ahora. Quisiera llegar a nuestra mesa de trabajo, a nuestro escritorio o pupitre, a la mesa de la cocina, al alféizar de la ventana, al laboratorio, a la fábrica si pudiera, a la calle, a la biblioteca donde encontrarnos y llamarnos aunque no conozca nuestros nombres.

Recibirá y considerará el trabajo de cualquiera que quiera ayudarla en esta dirección: josefinalacantante@gmail.com

Josefina no puede poner condiciones a nuestro trabajo como quien baliza un terreno liso, no lo ha conocido más que en sueños, así que nada sabe de sus condiciones... de trabajo. No le gusta responder preguntas, tiene un carácter delicado y ausente, es que necesita sobre todo nuestra ayuda, que pensemos con ella, imaginemos con ella, la ayudemos a formular, ensanchar, abrillantar, poetizar, hacer posible y necesario eso que quiere, eso que nos pide. Ya nos ha dicho todo lo que sabe. Necesita conocerse a sí misma, y sólo puede hacerlo con NUESTRA AYUDA. Cuando reciba nuestros trabajos se avivará su carácter, querrá y podrá charlar, discutir y trabajar con nosotros.

Nos pide contar con lo nuestro la primera semana de septiembre de 2010, quiere salir en librerías, cafés y oficinas de lectura en papel antes de que el otoño luzca marrón. Todo aquello que reciba más allá de esa primera semana será dirigido a unos oscuros sótanos, húmedos, solitarios y laberínticos. Quién sabe cómo saldrán de ellos. Tal vez pueda liberarlos para otra ocasión en la que, con la ayuda de un número indeterminado e ilimitado de aliados, reúna fuerzas y pueda de nuevo salir, pero el futuro es incierto sobre todo si todavía no hemos comenzado. Ay, quién sabe...


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